La cartera vencida u overdue portfolio son las cuentas por cobrar que tiene una institución bancaria o una empresa cuya fecha de pago ya venció y no se han cobrado.
Cuando un deudor tiene atraso de pago por más de un día en su fecha de vencimiento se le empieza a considerar como cliente moroso pero dependiendo del tipo de crédito y de las condiciones de este, cuando el deudor se empieza a atrasar en promedio por más de dos o tres meses, el acreedor empieza a considerar que su dinero está en riesgo de pago, no solo los meses adeudados, si no, la deuda total del crédito y es cuando se le llama cartera vencida al adeudo que el cliente tienen con el acreedor, después de alrededor de 90 días la deuda pasa a ser cartera castigada.
Se considera que el mayor porcentaje de empresas que tienen cartera vencida son las microempresas y en segundo lugar las pequeñas y medianas empresas debido a que estas no cuentan con una infraestructura o un personal adecuado para dar un seguimiento de cobranza por un largo periodo de tiempo.
Las instituciones bancarias y las grandes empresas suelen contratar despachos externos de cobranza para tratar de solucionar las carteras vencidas que tienen de sus clientes, los cuales trabajan en base a comisión teniendo en cuenta que estas deudas son de difícil cobro ya que antes de pasar la cartera vencida el acreedor ya hizo varios intentos de cobro, así que los despachos trabajan de una forma diferente son más energéticos en cuanto al procedimiento de cobro ya que si no recuperan la deuda no generar nada de ingresos.
En otros casos prefieren vender las carteras vencidas para asegurar un porcentaje de lo que se considera perdido y los despachos o empresas de cobranza pasan a ser los dueños de los adeudos en caso de recuperarlos.
El problema de cartera vencida surge cuando el acreedor ofrece préstamos o créditos a sus clientes sin una investigación a fondo pero de igual manera siempre existe el riesgo de no cobro por condiciones circunstanciales por parte del deudor.
La cartera vencida de una empresa se forma con documentos y créditos que no se pagaron a la fecha de su vencimiento. Juega un papel fundamental en la planeación financiera porque representa un enorme riesgo para la salud de cualquier compañía.
En México, se estima que 45% de las compañías tienen problemas con cartera vencida; en su mayoría son microempresas y Pymes. Al cierre del primer trimestre de 2020, el Banco de México reportó que el saldo de la cartera vencida del crédito bancario destinado al consumo ascendía a $37,363 millones de pesos, el nivel más alto de los últimos 17 años, ya que hay estadísticas disponibles a partir del año 2003.
4 consejos para tener una cartera sana
1.- Redefinir los segmentos de clientes
Cuando ya se tiene una cartera vencida, se puede considerar el costo de gestión de la cuenta y la probabilidad de pago para redefinir los segmentos de clientes morosos.
Pueden desarrollarse estrategias como reestructuración de deuda y reducciones a la línea de crédito. Además, mejorar la comunicación con el cliente ha permitido que las empresas eviten que sus mejores clientes formen parte de la cartera vencida.
2.- Crear productos para los clientes de hoy
Variables como enfermedad, pérdida de empleo o desastres naturales repercuten en el comportamiento de los clientes. Si se tienen en cuenta estas causas, es posible ofrecer productos de cobranza que se ajusten a las necesidades específicas de los clientes con el fin de regularizar la cuenta y ajustar el producto.
Para mejorar la recuperación de la cartera se utilizan productos como el finiquito, la reestructura de deuda y el convenio judicial.
El primero es para clientes que están dispuestos a liquidar de manera inmediata el saldo que tienen. Suele ofrecerles un descuento sobre el monto total de la deuda.
La reestructura se usa con clientes que tienen un nivel moderado de morosidad o dificultad de pago en el corto plazo. La deuda se puede parcializar a determinados plazo y tasa, según el segmento al que pertenezcan.
El tercero aplica con clientes en proceso judicial. Aquí se busca rescatar la cuenta, se evita la adjudicación del bien y se persigue reducir el tiempo de litigio.
3.- Estandarizar los procesos de cobranza
Implementar indicadores de desempeño financieros y operativos, así como establecer lineamientos y políticas de cobranza pueden mejorar la ejecución y desempeño de los procesos.
4.- Aprovechar la tecnología en todos los procesos
En diversas áreas de las empresas ha permeado la tecnología; la gestión de cobro no debe ser la excepción. Y puede empezar desde utilizar un sistema automatizado que registre la facturación y dé seguimiento a la cobranza, antes de que esta se convierta en una bola de nieve.
Hay sistemas de facturación y cobranza que alertan de la falta de pago en el primer día de retraso, lo que da la oportunidad de hacer un recordatorio al cliente. También se tienen disponibles herramientas para automatizar y mejorar los procesos de cobranza, como puede ser un sistema de cobranza integral y marcadores predictivos que permiten mejorar la relación con el cliente.
En México existen soluciones empresariales como Gestión de Fuerza en Campo, GFC, de Telcel Empresas, que permiten mantener actualizada la información de clientes deudores, administrar visitas por días o zonas, lo que facilita la automatización del proceso con evidencia y cobranza realizada.
El sistema tipifica mensajes para lograr una comunicación efectiva y brinda información con base en el estatus de cobranza, las facilidades que se ofrecen para pronto pago y negociaciones de deuda.
Antes de que la cartera vencida se convierta en un dolor de cabeza o, peor aún, en una amenaza para la salud financiera de la compañía, será de utilidad considerar los puntos anteriores.